Idiomas de Argentina

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Lenguas de Argentina

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La República Argentina es oficialmente monolingüe, el único idioma que cuenta con reconocimiento legal a nivel nacional es el castellano, si bien la Constitución Nacional establece como función del Congreso Nacional “reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos”, no se les ha reconocido la oficialidad de sus lenguas aún. Existe una Academia Argentina de Letras, fundada en 1931, que desde 1952 colabora regularmente con la Real Academia Española para el registro de las variantes locales.

Tabla de contenidos

[editar] Panorama general

El uso del castellano o español es predominante y es entendido y hablado como primera o segunda lengua por prácticamente la totalidad de la población argentina.

Entre los grupos significativos de hablantes de lenguas no vernáculas se encuentran los de alemán (cerca de 400.000, incluyendo un número significativo de hablantes del dialecto alemán del Volga y del plautdietsch), árabe, catalán-valenciano-balear, croata, esloveno, euskera, guaraní paraguayo (o ava ñe`ê, unos 200.000), gallego, yidis oriental, italiano (alrededor de 1.500.000), chino (unos 65.000 hablantes, principalmente de los dialectos de Fujian y de Taiwán), coreano, japonés (alrededor de 35.000, en su mayoría hablantes del dialecto de Okinawa), lituano, ucraniano y romaní vlax (lengua de los roma, llamados vulgarmente “gitanos”).

Existen unas 25 lenguas vernáculas vivas y varias extintas.

En diversas regiones se mantienen las lenguas aborígenes, el caso más destacado es el de las provincias de Corrientes, Misiones, Chaco y Formosa, donde los dialectos guaraníes son hablados o conocidos por un número importante de personas, incluyendo inmigrantes paraguayos que hablan el guaraní paraguayo o el jopará. En Corrientes, en donde se habla el dialecto guaraní correntino, se decretó en 2004 la cooficialidad de la lengua guaraní y su uso obligatorio en la enseñanza y gobierno, aunque aún no se haya reglamentado. El guaraní, el quechua y el aymara pueden ser oídos también en la periferia de las grandes ciudades, producto de las migraciones internas y de países como Paraguay, Perú y Bolivia.

En las zonas limítrofes con el Brasil se suele emplear un pidgin de español y portugués conocido como portuñol. El lunfardo es una forma dialectal nacida en Buenos Aires, fuertemente influido por las lenguas de los inmigrantes; sobre todo por dialectos del italiano (lunfardo deriva de la palabra lombardo), pero también el portugués, el gallego, el francés, el inglés y el yidis le proveyeron elementos léxicos y sintácticos, así como la pronunciación típica del español rioplatense. El lunfardo ha ejercido un fuerte influjo en el habla informal de todo el país a través de su uso en las letras de tango y en la poesía porteña.

[editar] Lenguas vivas locales

Además del español, se registran en la Argentina las siguientes lenguas vivas con desarrollo local propio:

  • Chiripá, tsiripá, txiripá, nhandeva, ñandeva, avakatueté o apytare, dialecto apapocuva: lengua de la familia tupí guaraní, Subgrupo I. Unos pocos hablantes en la provincia de Misiones y entre inmigrantes paraguayos.
  • Chorote iyojwa’ja, choroti, yofuaha o eklenjuy: de la familia mataco-guaicurú, es un idioma distinto del chorote iyo’wujwa. Hablado en 1982 (no hay datos más recientes) por unas 3.000 personas en el nordeste de la provincia de Salta.
  • Chorote iyo’wujwa, choroti, manjuy o manjui: de la famila mataco-guaicurú. Cuenta con unos 1.500 hablantes, 50% de ellos monolingües, mezclados con los hablantes del chorote iyojwa’ja.
  • Galés, cymraeg, y gymraeg o welsh, dialecto galés patagónico: lengua indoeuropea del agrupamiento céltico insular británico, el galés es el primer o segundo lenguaje de unas 25.000 personas (descendientes de inmigrantes galeses de la segunda mitad del siglo XIX) en la provincia del Chubut.
  • Guaraní mbyá, mbua, guaraní oriental argentino o mbyá: de la familia tupí-guaraní, Subgrupo 1. Similitud léxica de un 75% con el guaraní paraguayo. En 2002 contaba con unos 3.000 hablantes en la provincia de Misiones.
  • Guaraní occidental argentino, guaraní oriental boliviano, “chawuncu” o “chiriguano”, dialectos chané e izoceño: de la familia tupí-guaraní, Subgrupo 1. 21.000 personas en las provincias de Salta y Jujuy. “Chiriguano” y “chawuncu” son nombres despectivos.
  • Kaiwá, caingua, caiwá o kayova, llamado pai tavyterá en Paraguay : de la familia tupí-guaraní, Subgrupo 1. Hablado por no más de 550 personas en la provincia de Misiones.
  • Lenguaje argentino de señas: No hay estimaciones sobre su incidencia en una población total del orden de dos millones de sordo-mudos y sus instructores.
  • Mapudungun, araucano, maputongo, mapuche o mapudungu, dialectos pehuenche, nguluche, huiriche, ranquenche: de la familia araucana, con aproximadamente 100.000 hablantes en las provincias del Neuquén, Río Negro, Chubut, Buenos Aires y La Pampa.
  • Mocoví, mocobí o mbocobí: de la familia mataco-guaicurú. En el año 2000 había unos 9.805 hablantes en el sur del Chaco y el noreste de la provincia de Santa Fe.
  • Nivaclé, ashlushlay, “chulupi”, “churupi”, “chulupie”, “chulupe”, dialectos nivaclé de la selva y nivaclé del río: de la familia mataco-guaicurú, cuenta con unos 12.000 hablantes en el nordeste de la provincia de Salta. El término “chulupí” y similares son peyorativos.
  • Ona, aona, selknam o shelknam: de la familia chon, a comienzos de la década de 1990 quedaban entre 1 y 3 hablantes en Tierra del Fuego. Probablemente extinto, tal como ya sucedió en Chile.
  • Pilagá o pilaca: de la familia mataco-guaicurú, dialectos toba-pilagá (toba del Oeste o sombrero negro) y chaco pilagá (toba del Sur): de la familia mataco-guaicurú, hablado por unas 7.500 personas en las cuencas de los ríos Pilcomayo y Bermejo, provincias de Formosa, Chaco y Salta.
  • Puelche, gününa küne, gennaken, pampa o tehuelche del Norte: Lenguaje aislado, posiblemente emparentado con el idioma tehuelche, extinto en 1960.
  • Quechua sureño: de la familia de las lenguas quechua. Presenta dos dialectos:
    • quechua sudboliviano: hablado por unas 800 mil personas de las cuales la mayoría, de origen o descendencia boliviana, viven en Buenos Aires. Unos 70 mil hablantes residen en Salta y una cifra similar o ligeramente mayor en Jujuy.
    • Quichua santiagueño: de la familia quechua II C (o quechua wanp’una meridional. Distinto del quechua boliviano, con una similaridad lexical del 81% con este. Hablado por unas 150.000 personas en la provincia de Santiago del Estero, departamentos de Figueroa, Moreno, Robles, Sarmiento, Brigadier J. F. Ibarra, San Martín, Silipica, Loreto, Atamisqui, Avellaneda, Salavina, Quebrachos, Mitre, Aguirre, parte del departamento Taboada a lo largo del río Salado, sudeste de la provincia de Salta y Buenos Aires. Existe una cátedra para su estudio y conservación en la Universidad Nacional de Santiago del Estero.
  • Tapieté, guarayo, guasurangue, tirumbae, yanaigua o ñanagua: de la familia tupí-guaraní, Subgrupo 1, hablado por unas 100 personas de una aldea cercana a Tartagal, provincia de Salta.
  • Tehuelche, aoniken, gunua-kena, gununa-kena o inaquen: de la familia chon, prácticamente extinto, con 4 o 5 hablantes sobre una población étnica de unas 3.000 personas.
  • Toba, chaco sur, qom, toba qom o toba sur, dialectos toba del Sudeste y toba del Norte: del grupo “mataco-guaicurú”. Hablado en el año 2000 por 90.000 personas de la etnia kom’lik en el este de las provincias de Formosa y del Chaco. Diferente del toba-pilagá y del toba maskoy hablado en Paraguay.
  • Vilela: perteneciente a la familia lule-vilela, y casi extinto. Lo hablan unas 20 personas en la ciudad de Resistencia, provincia del Chaco.
  • Wichí lhamtés güisnay, “mataco” güisnay, güisnay, “mataco” pilcomayo, o “mataco”: de la familia mataco-guaicurú, hablado por unas 15.000 personas en el área del río Pilcomayo, provincia de Formosa. El término “mataco” para designar las lenguas y los pueblos wichí es peyorativo.
  • Wichí lhamtés nocten, “mataco” nocten, nocten, noctenes u oktenai: de la familia mataco-guaicurú, hablado por alrededor de 100 personas en la frontera norte del país, hasta la zona de Tartagal (Salta).
  • Wichí lhamtés vejoz, “mataco” vejoz o vejos, dialecto vejoz del Bermejo: de la familia mataco-guaicurú. Cuenta con unos 65.000 hablantes distribuidos en las provincias de Chaco, Formosa, Salta y Jujuy. Su área de influencia, en general, se encuentra al oeste de la del Toba, a lo largo del curso superior del río Bermejo y en el río Pilcomayo. No es inteligible con otros lenguajes del Chaco, y se lo habla también en Bolivia.

[editar] Lenguajes extinguidos

  • Abipón : de la familia mataco-guaicurú, y relacionado con el kadiweu, no parecen quedar hablantes vivos de esta lengua.
  • Chané: de la familia arawakana, sin clasificación de subgrupo. Se lo ha comparado con el guana o kashika del Paraguay, o con el terena de Brasil, pero ambos son distintos. Se habló en la provincia de Salta, hace unos 300 años. El grupo étnico es llamado izoceño, y ahora habla guaraní occidental.
  • Güenoa o wenoa y chaná, lenguas de la familia charrúa o charruana, que desaparecieron hacia inicios de siglo XIX al oeste del río Uruguay, sucediendo lo mismo hacia 1830 al este del mismo río. Sin embargo, a mediados de 2005 un habitante de la ciudad entrerriana de Nogoyá dio a conocer que conservaba por transmisión oral familiar la lengua chaná, la veracidad de este descubrimiento está en estudio, pero mencionó más de 250 vocablos y frases, entre ellas todas las palabras charrúas y chanás conocidas.

[1]

  • Kunza, cunza, likanantaí, lipe, ulipe, o atacameño lengua de la etnia atacameña (lickan-amtay), casi seguramente extinto también en Chile. Probablemente una lengua aislada.
  • Henia-camiare o hênia-kamiare: hablada por la etnia del mismo nombre más conocida como “comechingones“. No hay elementos suficientes para establecer su pertenencia a alguna familia, ni es posible intentar una reconstrucción.
  • Het: lengua de los antiguos pampas también conocidos como “querandíes“. Su existencia como única lengua es especulativa.
  • Allentiac o alyentiyak y millcayac o milykayak, lenguas pertenecientes al macrófilo huarpe (nombre que también suele darse a la primera), habladas otrora en la región de Cuyo. La escasez de elementos remanentes impide intentar clasificación o reconstrucción precisas.
  • Lule-toconoté: de la familia lule-vilela (algunos autores afirman que lule y toconoté pertenecían a dos familias distintas), habladas por pueblos que habitaban la mayor parte del territorio de la actual provincia de Tucumán y el oeste de Santiago del Estero, y en parte migraron hacia el Chaco a medidados del siglo XVII. Del lule-toconoté quedan sólo algunos vocablos y lexemas aunque casi siempre se desconoce su significado preciso.
  • Yagan, yámana o háusi-kúta (también yaghan, yagán, yagana): lengua hablada por los aborígenes de las zonas litorales meridionales del archipiélago fueguino, presentaba la característica de ser muy analítica y por esto poseía un extenso vocabulario. Se extinguió en la Argentina a inicios de siglo XX, aunque se conservan lexicones del mismo y algunas importantes palabras en la toponimia como Ushuaia, Lapataia, Tolhuín, etc. Quedan probablemente entre 3 y 5 hablantes en Chile.
  • El guaraní misionero se habló en el área y tiempo de influencia de las misiones jesuíticas, entre 1632 y 1767, despareciendo definitivamente para 1870, pero habiendo dejado importantes documentos escritos.

[editar] Véase también

[editar] Enlaces externos

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