Virgen de Chiquinquirá

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Virgen de Chiquinquirá

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Imagen original de la Virgen de Chiquinquirá, tal como se conserva en la basílica del mismo nombre

Imagen original de la Virgen de Chiquinquirá, tal como se conserva en la basílica del mismo nombre

La Virgen de Chiquinquirá es una de las muchas advocaciones con la que se venera la figura de la Virgen María en el catolicismo. Además es considerada por los fieles como la patrona de la República de Colombia y del Estado Zulia en Venezuela.

Actualmente la imagen descansa en la Basílica de Maracaibo en Venezuela. Una vez al año, el 18 de noviembre, comienza la Feria de la Chinita y se realizan misas y procesiones en honor a la virgen.

En Colombia la imagen descansa en la Basílica de Chiquinquirá, donde acuden miles de peregrinos no solo en el día de su fiesta patronal el 9 de julio sino todos los domingos donde se celebran las misas y procesiones, adicionalmente el 3 de julio de 1986 el entonces Papa Juan Pablo II visito el santuario y oro a los pies de la Virgen María por la paz de Colombia. El 9 de julio de 1999 el lienzo visitó por última vez la ciudad de Bogotá para presidir la oración por la Paz.

Tabla de contenidos

[editar] Reseña histórica

[editar] Virgen de Chiquinquirá en Colombia

Reproducción de la Virgen de Chiquinquirá (detalle) realizada en el siglo XVIII

Reproducción de la Virgen de Chiquinquirá (detalle) realizada en el siglo XVIII

La historia se remonta al siglo 16 cuando los frailes dominicos realizaban expediciones de evangelización en la región del centro del país. Un caballero proveniente de España, Antonio de Santana, en 1560 obtiene la encomienda de la región para levantar una casa dotada con diferentes dependencias, apropiada para la administración de los colonos, los indígenas y esclavos; además debía construir una capilla para oficios religiosos. Posteriormente de España llega un fraile colaborador en las misiones, fray Andres Jadraque que ve la necesidad de dotar la capilla con un lienzo o cuadro de la Virgen del Rosario, advocación promulgada por la Orden Dominicana a la cual pertenecía el religioso. De esa manera acuden a un pintor también español Alonso Narváez que vivía en la ciudad de Tunja, cercana a la región para pedirle que pintara a la Virgen del Rosario. Todos acuerdan poner al lado de la Virgen a sus santos de devoción, San Antonio de Padua y San Andrés.

Para el año de 1563 la pintura hecha de algodón indígena que media 49 pulgadas de ancho por 44 de alto ya estaba ya en la capilla y allí permaneció por más de una década hasta aproximadamente el año 1577. Por entonces, la capilla, que tenía techo de paja se deteriora por consecuencia de la humedad, al punto que la imagen quedó prácticamente borrada. En 1587 aunque algunos difieren y hablan del año 1585, la imagen estaba en tan mal estado que fue llevada dentro de la misma región a la población de Chiquinquirá, allí fue abandonada en una habitación que muy raras veces fue usada como capilla u oratorio. Se dice que incluso el lienzo sirvió para secar granos al sol.

La crónica histórica (elaborada al año siguiente de los acontecimientos) señalan que en el año 1586 María Ramos, una mujer del lugar, sabiendo que el lienzo había guardado la imagen de la Virgen María, decide reparar el viejo oratorio y el lienzo maltratado, otorgándole el mejor lugar de la capilla. Diariamente oraba y pedía a la Virgen del Rosario que se manifestara, hasta que el 26 de diciembre de 1586 cuando María salía del oratorio, una mujer indígena llamada Isabel junto a su pequeño hijo al pasar por el lugar le gritaron a María: “mire, mire Señora…”, al dirigir su mirada a la pintura ésta brillaba con resplandores y la imagen, que estaba irreconocible, se había restaurado con sus colores y brillo originales; los agujeros y rasguños de la tela desaparecieron. Desde entonces empezó la devoción a la advocación conocida como “Nuestra Señora de Chiquinquirá”.

El santuario fue confiado a la orden de los Dominicos, quienes construyeron un convento a su lado, guardando la imagen hasta tiempos presentes.

La devoción de la gente por esta imagen se evidencia en múltiples acontecimientos, que van desde las tradicionales “romerías” o grandes peregrinaciones hechas al lugar, pasando por la música popular, hasta hechos históricos protagonizados por personajes como virreyes, obispos y políticos, comenzando con el mismo Simón Bolívar, quien no sólo recibió para su Campaña Libertadora los tesoros y joyas del cuadro, sino que él mismo fue en varias ocasiones a orar por el éxito de su empresa. Finalmente, el gobierno de la República de Colombia decidió en 1916, consagrar la Virgen de Chiquinquirá como patrona del país.

En algunas ocasiones la imagen ha sido trasladada con gran pompa, a la ciudad de Bogotá (unos 100 km al sur) con el fin de pedir a Dios por el fin de guerras, catástrofes o epidemias. El último traslado de este tipo ocurrió en 1999.

[editar] Virgen de la Chiquinquirá en Venezuela

El viernes 18 de noviembre de 1709 se encontraba una anciana absorta en sus que haceres, por lo que no prestó atención a una serie de golpes que se escuchaban en la pared donde colgaba la imagen. Los golpes se escucharon de nuevo, pero ella no se movió. Sin embargo, a la tercera vez, se dirigió extrañada al lugar de donde venían los golpes y sorprendida vio cómo en el cuadro se apreciaba claramente la imagen de la Virgen de la Chiquinquirá y brotaba de ella una luz brillante. La sorpresa de tal fenómeno la llevó a la calle donde comenzó a gritar: “Milagro, milagro” y con esto se dio inicio a la fiesta por de los zulianos: la denominada Feria de la Chinita.

Ciclo festivo enmarcado en la celebración de la Feria, a la par del cronograma formal y religiosos de actividades se desarrollan otros eventos populares y de masas acuerdo a las creencias de los fieles. Todos los 18 de noviembre, y desde hace cuarenta años, Maracaibo y el estado Zulia en general, han venido celebrando la fiesta de la Chinita, fecha que se ha convertido a partir de ese entonces, en ocasión de fiestas para los fieles del pueblo zuliano y sus alrededores, sin que ninguna ley eclesiástica o civil lo haya decretado. Con el alumbrado de las luces de la avenida Bella Vista, música al son de la gaita, fuegos artificiales que alumbran el cielo marabino, con chimbangles que retumban sus tambores, bandas orquestales en todo un marco de feria, acompañan a la virgen en su recorrido por las calles donde se dice ocurrió el milagro.

Las celebraciones en honor a la Chiquinquirá, dejaron de ser las modestas fiestas patronales del pasado para adquirir las características internacionales de festejo de gran complejidad donde confluyen eventos religiosos y populares, todos reunidos bajo el nombre da la Feria Internacional de la Chinita.

En ella se realizan las famosas corridas de toro, noches bailables en sitios públicos y privados de la ciudad, amaneceres gaiteros, juegos de béisbol, la gran gala de la belleza, (concurso de belleza que permite elegir a la soberana que será la reina de la feria por todo el año, transmitido por Venevisión a través de su programa Sábado sensacional), el desfile de carrozas y comparsas, además muchas otras actividades.

El 18 de noviembre, día central de la celebración de la Feria, se oficia una misa pontifica y la procesión corta. A la par se desarrolla el juego de béisbol copa Virgen de la Chinita, actividad deportiva muy frecuentada por la fanaticada zuliana, que se reúne (luego de una larga noche de parranda) a darle ánimo y apoyo al equipo pelotero de las Águilas del Zulia. A la semana siguiente se realiza la procesión de la aurora y en ella se saca la imagen de la basílica a las 3.00 de la madrugada, para que junto a su pueblo reciba el día en la calle. Finalmente, el domingo siguiente se restituye la Virgen en el altar.

[editar] Bibliografía

Ariza, Alberto E. O.P., Hagiografía de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Bogotá, Editorial Iqueima, 1950.

Tobar, Pedro de, O.P. verdadera Histórica Relación del Orden, Manifestación y Prodigiosa Renovación por sí misma y Milagros de la imagen de la Sacratísima Virgen María, Madre de Dios, Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá. Madrid, Juan García Infanzón, 1694.

Ariza, Alberto E. O.P. Nuestra Señora del Rosario de Chiguinguirá. Bogotá, Coop. Nal. de Artes Gráficas. 1964.

Ariza, Alberto E. O.P. Apostillas a la Historia de Nuestra Señora de Chiquinquirá. Bogotá, Editorial Kelly, 1969.

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