Proyecto Patagonia

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Proyecto Patagonia

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El Proyecto Patagonia y Capital fue un proyecto elaborado en 1986 por el entonces presidente de la nación Raúl Alfonsín, para trasladar la Capital Federal Argentina hacia un complejo de ciudades en la Patagonia formado por Viedma, la capital de la Provincia de Río Negro, y Carmen de Patagones, una ciudad ubicada en el sur de la Provincia de Buenos Aires. El proyecto tenía como fin descentralizar o desburocratizar el poder político y económico del país, excesivamente concentrado en el Gran Buenos Aires, solucionar el problema demográfico que cuenta la Argentina, desarrollar inversiones en el interior del país y dar inicio a una nueva revalorización del Estado Federal.

Tabla de contenidos

[editar] Motivos

[editar] Ciudades Capitales

En Buenos Aires la concentración del poder político y económico es análoga a las de las capitales de los países europeos, en los que, al ser estados pequeños, son funcionales a este fin; los que apoyaban este proyecto afirmaban que esta distribución no es conveniente en la Argentina, debido a que el mismo es un país extenso que necesita tener una población y riqueza distribuida en su territorio y no concentrada mayormente en una sola urbe como Buenos Aires, por eso Argentina es conocida como un país macrocefálico.[1]

[editar] El Gran Buenos Aires

El Gran Buenos Aires cuenta con una porción del territorio que no supera el 1% del total del país y concentra el 33,2% de la población, mas del 40% del PBI y 66% de los servicios.[2] Al ser Buenos aires un polo donde se concentra la actividad política, económica y cultural del país, el espíritu del proyecto era quitarle su facultad política y trasladarla hacia Viedma. Los que impulsaban este proyecto creían que descentralizar Buenos Aires daría una oportunidad al interior y nivelaría el grave desequilibrio territorial y de recursos que cuenta la Argentina.[3]

[editar] La Patagonia

Los proyectos para solucionar el desmesurado crecimiento de la Capital Federal y, por ende, de la necesidad del traslado de la capital ya se habían propuesto antes. El ex presidente teniente general Alejandro Agustín Lanusse presento varios proyectos que contemplaban un planeamiento demográfico y territorial de la Argentina.[4]

La Patagonia argentina fue considerada por los gobiernos militares uno de los lugares con mayores posibilidades de recibir población, teniendo en cuenta su amplitud de territorio, disponibilidad de agua potable, ubicación sobre el mar y clima templado. Se cree que Raúl Alfonsín conocía estos argumentos donde luego tomó la decisión de promulgarlos mediante su proyecto.

Luego de el conflicto del Beagle con Chile, en 1978, y la Guerra de las Malvinas, en 1982, muchos dieron cuenta que la patagonia formaba parte de un sector clave en la geopolítica de Sur América, debido a que esta cuenta con proyección hacia el mar Argentino y el Austral, el Estrecho de Magallanes, las Islas Malvinas y la Antártida.

Sin embargo Alfonsín consideraba que la Patagonia era el sector mas sensible en el ejercicio de la soberanía del Territorio Argentino ya que solo contaba aprox. con 1 millón y medio de habitantes.[5] Es por eso que el proyecto para mudar la capital a Viedma seria en un marco ideológico y teórico apuntar hacia la defensa y consideración de la soberanía argentina en el sur.

[editar] Historia

El 27 de mayo de 1987 el Congreso de la Nación sancionó la ley 23.512 en la que se declara como la Nueva Capital Federal a los núcleos urbanos, erigidos y por erigirse en un futuro en el área, de las ciudades de Viedma, Carmen de Patagones y Guardia Mitre (ubicada a setenta kilómetros, hacia el noroeste, de las dos anteriores) y junto con un amplio territorio de campos, en la zona del Valle Inferior del río Negro, cedido por las Legislaturas de las provincias de Buenos Aires y Río Negro, donde también se encontraban comprendidos los pueblos de San Javier, Cardenal Cagliero y Balneario El Cóndor. Este proyecto tenía como objetivo descentralizar la ciudad de Buenos Aires y poblar y desarrollar la región Patagónica, un antiguo anhelo argentino desde la mal llamada “Conquista del Desierto“; y similar a lo que hizo Brasil en los años cincuenta de siglo XX en el Amazonas, al fundar la ciudad de Brasilia y el Nuevo Distrito Federal. Hasta la actualidad el proyecto nunca se llegó a concretar, aunque la ley de traslado todavía está vigente, ya que el Congreso de la Nación nunca la derogó. Un año antes, el 15 de abril de 1986, se habían promulgado los decretos 527 y 528 donde se establecía la creación de dos importantes organismos para el desarrollo patagónico y el traslado de la capital: la Comisión Nacional para el Proyecto Patagonia y Capital y la Comisión Técnica Asesora en Problemas Urbanísticos Arquitectónicos y Ambientales. Esta última se transformará un año más tarde, el 21 de julio 1987, a través del decreto 1156 en el Ente para la Construcción de la Nueva Capital – Sociedad del Estado (ENTECAP).

El ENTECAP era un organismo con vastos poderes el cual tenía la función de expropiar tierras, proyectar el nuevo trazado urbano y desarrollar las diversas obras de infraestructura para cumplir con el proyecto, entre otras funciones; y fue creado a imitación del NOVACAP brasilero. Durante los tres años en que estuvo en marcha el proyecto, tanto la Comisión Técnica Asesora primero, como su sucesor el ENTECAP, trabajaron decididamente en el tema. Se realizaron diversos estudios en diferentes temas (ecológicos, económicos, urbanísticos, demográficos, energéticos, turísticos, hídricos, etc.) y se trazaron los planos y maquetas de las diferentes obras de infraestructura necesarias para el asentamiento de población y cumplimiento del proyecto de traslado (viviendas, hospitales, escuelas, puentes, oficinas públicas, entre otras), se diagramo la superficie a construir en 7.777.473 metros cuadrados y el traslado de 23.000 empleados públicos desde la ciudad de Buenos Aires. Se solicitó al Banco Interamericano de Desarrollo un crédito de 80 millones de dólares estadounidenses para mejorar la infraestructura de servicios de la futura capital, y se destinaron importantes partidas presupuestarias. También numerosas figuras nacionales e internacionales visitaron la comarca para consolidar el proyecto, entre ellos el Papa Juan Pablo II en 1987, quien fue en aquella ocasión el primer pontífice, y único hasta hoy, que visitó la Patagonia.

Según los proyectos del ENTECAP la Nueva Capital Federal iba a poder inaugurarse en unos doce años, para el inicio de nuevo siglo (XXI). Pero en poco tiempo el proyecto cayó en el olvido. A fines de los años ochenta la Argentina entro en una profunda crisis social y económica, producto del fracaso del Plan Austral (la moneda de la época). Debido a esto el Presidente Alfonsín debió entregar el gobierno antes de tiempo, el 9 de julio de 1989, al candidato electo, por el Partido Justicialista, Carlos Saúl Menem (quien debía asumir el 10 de diciembre del mismo año). Cuando Carlos Menem asumió el proyecto de traslado de la capital seguía técnicamente en marcha, pero la crisis económica había retrasado el inicio de la construcción de las diversas obras de infraestructura planificadas. A los pocos meses de asumir y dentro del plan de reforma del Estado proyectado por su gobierno para superar la crisis y sanear las cuentas estatales, en noviembre de 1989, Menem deroga los decretos 527/86 y 1156/87 y disuelve la Comisión Nacional para el Proyecto Patagonia y Capital y el ENTECAP, liquidando todos sus bienes y propiedades y dejando materialmente sin efecto el proyecto.

Además de una gran frustración, el incumplimiento de este proyecto dejó secuelas negativas y muy profundas en la zona de Viedma y Carmen de Patagones. El solo anuncio del traslado de la Capital Federal provocó una enorme suba de los precios de las tierras e inmuebles ubicados en el área de la nueva capital, los cuales llegaron a valer hasta diez veces más de su valor originario. También la migración de miles de personas y centenares de familias pobres, provenientes de distintas partes del país, que se mudaron buscando trabajo; las cuales prácticamente duplicaron la población de la comarca. Al caerse el proyecto del traslado de la capital el Gobierno Nacional se desligó de estos temas, debiéndose las municipalidades de Viedma, Carmen de Patagones y Guardia Mitre hacerse cargo de toda esta población que estaba desocupada y sin vivienda. Varios años después el Gobierno Nacional otorgo un crédito a estas municipalidades que quedaron con un gran déficit. Posteriormente el Poder Ejecutivo pretendió cobrarles dichos fondos, pero muchos años después por ley del Congreso de la Nación, y por iniciativa del senador rionegrino Remo Costanzo, estos fueron condonados y se convirtieron en Fondos de Reparación Histórica y también se aprobó la terminación de la construcción de miles de viviendas que habían sido proyectadas por el ex ENTECAP y luego quedaron paralizadas por la crisis. El proyecto del traslado dejo al menos a Viedma como herencia el mejoramiento de los servicios de agua potable y cloacas y diversos barrios, entre ellos el de las 1.016 viviendas, donde iban a vivir los obreros que iban a construir la Nueva Capital Federal.

Según sostuvo en una entrevista, al Diario Clarín de Buenos Aires, el Dr. Aldo Neri quien fuera el presidente de la Comisión Nacional para el Proyecto Patagonia y Capital ?el proyecto empezó tarde, cuando el austral se empezaba a pinchar y el radicalismo entraba en una debacle. Pero? aún reivindico su objetivo de descentralizar la megalópolis porteña?.

El reconocido y prestigioso historiador argentino Félix Luna sostuvo en una entrevista al Diario Río Negro que ?La mudanza de la Capital a Viedma era una necesidad. Pero creo también que Alfonsín presentó muy mal la idea: se apresuró, la presentó demasiado sorpresivamente y entonces no prendió en la sociedad, ni siquiera en la UCR (Unión Cívica Radical). Sin embargo, sigo creyendo que es necesario sacar la Capital de Buenos Aires? Se necesita un lugar donde se haga política y administración y nada más, donde los dirigentes del interior no queden atrapados por las atracciones de la gran ciudad, como sucede en Buenos Aires. Es indudable que a algún lado hay que llevarla, no sé si a la Patagonia o algún otro sitio, pero desde aquí no se puede seguir gobernando?.

En diversas oportunidades en entrevistas a diversos medios televisivos y gráficos, el ex presidente, Raúl Alfonsín sostuvo que debió haberse ido a vivir en carpa a Viedma y no planificar tanto los edificios públicos donde iba a funcionar el Gobierno Nacional. Y también sostuvo durante el año 2006 que tenía las esperanzas que el presidente Nestor Kirchner, por ser de origen patagónico (nacido en la provincia de Santa Cruz) fuera sensible al tema y decidiera retomar el proyecto de traslado de la capital federal a esta ciudad, ya que las condiciones económicas del país eran propicias para llevarlo adelante. Esto último también fue compartido por muchos políticos de diversos partidos quienes habían participado en los años ochenta del proyecto, según declaraciones al diario La Nueva Provincia de la ciudad bonaerense de Bahía Blanca.

[editar] Notas

  1. ? [1]
  2. ? [2]
  3. ? [3]
  4. ? [4]
  5. ? [5]

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