Jansenismo

Recomendar esta página Ver en PDF Imprimir esta página
Wiki de astronomía.
Todo el poder de la Wikipedia y toda la esencia de la astronomía

Jansenismo

De Wikipedia, la enciclopedia libre

El jansenismo fue un movimiento religioso de la iglesia europea de los siglos XVII y posteriores. Su nombre proviene del teólogo y obispo Cornelio Jansen (1585-1638).

La obra fundamental del jansenismo es el Augustinus, escrito por Cornelio Jansen pero publicado de forma póstuma debido a la controversia teológica que hubiera podido generar. Basado en este libro surge un movimiento que se desarrolla en tres ramas: jansenismo teológico, jansenismo moral-espiritual (influyente en el rigorismo moral en los siglos XVIII a XIX) y jansenismo político-antijesuítico-galicanista (considerado como el movimiento mayoritario dentro del jansenismo).

Tabla de contenidos

[editar] Desarrollo histórico del jansenismo

Las discusiones del Concilio de Trento sobre el papel de la libertad y su relación con la gracia divina no habían terminado con la controversia De Auxiliis. Jansenio pensó encontrar en los escritos de Agustín de Hipona una respuesta más satisfactoria. Por eso, elaboró su obra ??Augustinus?? donde trata tres puntos principalmente:

  • Resumen de la controversia Pelagiana
  • Negación del estado de naturaleza pura
  • Desarrollo de su concepción sobre la noción de ?gracia eficaz?.

Según consta por el mismo escrito, él pensaba con esto mantenerse dentro de la explicación de la teología de Agustín y colocaba el escrito con sumisión a lo que dictara el Papa.

[editar] El obispo de Saint Cyran

Monseñor Duvergier, abad de Saint Cyran, era director espiritual en el monasterio de Port Royal des Champs donde había nacido un movimiento rigorista relacionado con la familia Arnauld. Se trata de un personaje controvertido que ha merecido fuertes críticas de historiadores como Bremond y por otros es considerado el mejor director espiritual. Era muy adverso a la Compañía de Jesús y con el pseudónimo de Petrus Aurelius había publicado una serie de escritos contra ellos y su supuesta independencia de los obispos.

A Duvergier debe el jansenismo una creciente fama y la publicación y extensión del escrito de Jansenio. Esto le valió la enemistad del Cardenal Richelieu que buscaba apagar toda fuente de discordias en la iglesia francesa. El Papa Urbano VIII prohibió la reimpresión del Augustinus pero el libro se siguió imprimiendo ya que había sido dedicado al Card. Fernando, infante de España, quien permitió y popularizó la publicación. Incluso en Roma se hizo una edición en 1643. Pero ya varios documentos y la Sagrada Inquisición habían prohibido el libro. El primero fue la bulla In eminenti de Urbano VIII (1642). Luego vino la constitución Cum occasione de Inocencio X (1653) y otra constitución publicada por el Papa Alejandro VII, Ad sacram beati Petri sedem.

[editar] Los Arnauld

Fueron continuadores de la obra de Duvergier. Antoine Arnauld, también enemigo de los jesuitas, se dedicó a propagar las ideas de Jansenio intentando presentarlas como puro y consecuente agustinismo. Criticó ásperamente la costumbre de la comunión frecuente, añadiendo este aspecto a la devoción de sus seguidores. También institucionalizó el jansenismo ofreciéndole una ascética propia, una modificación propia de los dogmas y los cambios necesarios en la liturgia y en los sacramentos. A Antoine se le unió bien pronto Pedro Nicole que criticó especialmente la formulación de la infalibilidad pontificia y propuso la propia de los jansenistas que es de corte conciliarista.

Angélica Arnauld, su hermana, era religiosa en el monasterio de Port Royal des Champs y luego abadesa. Impuso una férrea vivencia de la regla cisterciense, y tras la muerte de Francisco de Sales, asumió a Duvergier como director espiritual quien la aconsejó que siguiera el camino de exigencia rígida de la fidelidad a la regla religiosa. Así el monasterio de Port Royal llegó a ser el centro del jansenismo donde cada vez se practicaba menos la comunión eucarística.

Desde este monasterio, la doctrina y praxis jansenista se mantenía y se extendía por Francia. Tras años de diversas condenas por parte del Papa, el monasterio fue destruido en 1710 y las monjas que lo habitaban se dispersaron.

[editar] Quesnell

Sin embargo, otro teólogo había tomado las tesis principales del jansenismo, junto con las ideas conciliaristas y la tendencia galicana, dando con ello un nuevo renacimiento a estas doctrinas. Se trataba de Pascasio Quesnell quien a través de sus Réflexions morales (publicada en 1671) logró ganarse simpatías y apoyos incluso en el alto clero. Las disputas teológicas se multiplicaron y el ambiente se caldeó hasta tal punto que los obispos franceses pidieron una nueva intervención pontificia.

En esta ocasión, el Papa Clemente XI con la Constitución Unigenitus Dei Filius (1713) dio una condena formal a 101 proposiciones contenidas en los escritos de Quesnel. Entonces, el movimiento jansenista (ya sin posibilidad de evadir la condena como habían hecho sus seguidores anteriormente por medio de múltiples interpretaciones de los textos pontificios) apelaron a un concilio y, por esto, fueron llamados “apelantes”. Clemente XI los excomulgó a través de la bula Pastoralis officii” (1718).

Después de estas condenas, el movimiento se fue extinguiendo poco a poco, sea por la separación de sus miembros (que crearon nuevas sectas como los convulsionarios o los figuristas) sea por la influencia de la Ilustración.

[editar] Teología jansenista

La teología propuesta por Jansen está basada en una interpretación literal de los textos de Agustín de Hipona. Sin embargo, se vio influenciada por el desarrollo histórico y las peripecias de sus defensores. Así, en Jansenio encontramos la teología de la gracia, en Arnauld la teología sacramental, en Saint Cyran la disciplina y en Quesnell su unificación con el galicanismo.

En cuanto al tema de la gracia, Jansen afirma que el estado original es el estado natural del hombre. Un estado de gracia y amistad con Dios, inmortalidad e integridad (verdadera libertad). Adán, en ese estado, era verdaderamente libre y poseía la gracia (el auxilio de Dios) suficiente para evitar el pecado. Sin embargo, la gracia eficaz no sólo es el auxilio para evitar el pecado, sino el auxilio de Dios para hacer el bien. Adán en el paraíso tenía la gracia suficiente, pero no tenía la gracia eficaz, porque para Jansen la gracia eficaz es siempre vencedora. El que posee la gracia eficaz no puede pecar. Después del pecado el hombre ha perdido la libertad. En el hombre hay una delectatio terrestris (gusto por las cosas de la tierra) invencible. Jansen afirma además que para salir de esa situación después del pecado no basta la gracia suficiente sino que es necesaria la gracia eficaz, es decir, el auxilio sin el cual el hombre no puede no pecar: con la gracia eficaz el hombre se dirige invenciblemente hacia el bien. No basta un auxilio que le dé la posibilidad de no pecar, sino que necesita un auxilio eficaz para no hacerlo. La fe eficaz es absoluta: cambia la delectatio terrestris por una delectatio coelestis: se goza en el bien. La gracia provoca un gusto tan grande por las cosas de Dios que el hombre invenciblemente las hace. Ahora bien, la libertad se mantiene porque la gracia despierta en el hombre la voluntad de hacer el bien. Quien no actúa movido por la gracia eficaz peca infaliblemente. Así pues, la predestinación es la razón por la que algunos hombres poseen la gracia eficaz y otros no. Dios ha predestinado a unos a la salvación y a otros a la condenación. Según esta doctrina, las obras son buenas o malas. No puede existir la moral probabilista, porque lleva al laxismo.

En relación con los sacramentos es la ascética propia del movimiento la que los aleja progresivamente de su práctica, en especial de la Eucaristía. Esto se fijó con el escrito De la fréquente communion de Arnauld que argumentando desde la praxis penitencial de la Iglesia Antigua invocaba esa práctica para usarla en una serie de condiciones que era necesario cumplir para poder recibir la Reconciliación o la comunión. De ahí también que su rigorismo en materia moral fuera cada vez más extremo.

Las sucesivas condenas por parte de la Sede romana les llevó a sostener posiciones conciliaristas que les llevaron al galicanismo. El movimiento, desde el inicio se mostró enemigo jurado de los jesuitas y por eso, derivó en postura política gracias al apoyo de Blas Pascal.

[editar] Bibliografía

K. BIHLMEYER ? H. TUECHLE, Storia della chiesa, vol. 4: época moderna. Ed. Morcelliana, Brescia 1988, ISBN 88-372-0666-6

G. MARTINA, La Iglesia: de Lutero a nuestros días, Ed. Cristiandad 1974. Cuatro volúmenes. ISBN 84-7057-153-2

Enciclopedia cattolica (versión italiana), Ed. Sansoni, Florencia 1951.

Scroll to Top