Gobiernos Radicales (Chile)

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Gobiernos Radicales (Chile)

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Los Gobiernos Radicales es el nombre que recibe el período histórico chileno que comprende los gobiernos de Pedro Aguirre Cerda, Juan Antonio Ríos y Gabriel González Videla (del 24 de diciembre de 1938 al 3 de noviembre de 1952). Esta etapa, perteneciente a la República Presidencial, se caracterizó por la idéntica afiliación partidaria de los presidentes: el Partido Radical, que pudo así gobernar durante 14 años consecutivos.

El Partido Radical chileno tenía su base ideológica en los principios igualitarios de la Revolución Francesa. Sus base de actuar política se centraba en sus postulados de libertad, igualdad, solidaridad, participación y bienestar. Había surgido durante mediados del siglo XIX como respuesta a los gobiernos liberales y conservadores que se alternaban en el país, y como forma de representar a la naciente clase media, surgida en base al desarrollo económico y el crecimiento del Estado.

Tabla de contenidos

[editar] Gobiernos

[editar] Pedro Aguirre Cerda

Pedro Aguirre Cerda era un ejemplo de la clase que representaba: profesor y abogado de la Universidad de Chile, era un emergente ejemplo de los hijos crecidos bajo el espacio del Estado Benefactor. Su elección en 1938, bajo el lema de Gobernar es educar, gravitó fuertemente la [[]].

El principal efecto de la Segunda Guerra Mundial en Chile fue el quiebre de la coalición por la denuncia ordenada por Moscú de los frentes populares en cumplimiento del Pacto de no agresión nazi-soviético de 1939. El gobierno careció de apoyo para sacar adelante sus grandes promesas de campaña, aunque con la invasión alemana a la Unión Soviética los comunistas dejaron de lado sus reticencias y se sumaron al gobierno.

Estampilla conmemorativa de la declaración sobre la Antártica Chilena, en 1940

Estampilla conmemorativa de la declaración sobre la Antártica Chilena, en 1940

Sin embargo, el principal apoyo a la industrialización chilena provino de una desgraciada ayuda. En la noche del 24 de enero de 1939, con epicentro en la ciudad de Chillán se produjo un violento terremoto que desoló todo el sector central del país. Se estima que más de 30.000 personas murieron aquel día y la zona quedó devastada. Grandes canales de regadío,obras públicas, puentes, edificios, escuelas y hospitales se vinieron abajo. Como medida paliativa el gobierno propuso la creación de la Corporación de Fomento de la Producción, con el objeto de crear un fondo estructural de inversión y crear de empresas públicas o semi-públicas, encargada de ejecutar los proyectos de industrialización.

Bajo este alero se creó:

Sin embargo, el presidente no alcanzo a terminar su mandato al estar gravemente enfermo de tuberculosis y dimitió a comienzos de noviembre de 1941, para morir quince días después.

[editar] Juan Antonio Ríos

Juan Antonio Ríos (1942-1946)

Juan Antonio Ríos (1942-1946)

La coyuntura provocada por la muerte de Pedro Aguirre Cerda fue llenada por la misma coalición que llevó al poder al presidente muerto. La razón de esta segunda reunión en torno a una coalición que se hacía cada vez más volátil era la presencia de un enemigo común: el general Ibañez. Ante estos hechos la Alianza Democrática, como se le llamó, eligió a un miembro del ala conservadora del Partido Radical como candidato a la presidencia, el abogado Juan Antonio Ríos, que venció en febrero de 1942 con el 55,7% de los votos.

Durante su gobierno, Estados Unidos obtuvo, bajo la premisa de que era la contribución del país al mundo libre, que las exportaciones de cobre de Chile (1942-1945), que sólo iban al mercado norteamericano, tuvieron un precio fijado unilateralmente por Washington. Fue de 11,7 centavos de dólar por libra, cerca de un tercio menos de lo que estaban dispuestos a pagar los países beligerantes. El precio fijado por Washington afectó sólo al Estado chileno puesto que a las empresas, que eran todas norteamericanas, Estados Unidos las subvencionó con 120 millones de dólares al año. Las pérdidas para Chile se estiman en más de 500 millones de dólares, computados sólo por el no pago de los 120 millones de dólares de bonificación.[cita requerida]

El gobierno de Ríos se convirtió en una especie de parlamentarismo, por la debilidad de sus gabinetes y su corta duración, dada la incompatibilidad de las posturas que se encontraban representados en su gobierno. Los comunista peleaba con él por no cortar las relaciones con las naciones del Eje, mientras que la derecha lo acusaba de ser débil con la izquierda. Al mismo tiempo los socialistas no lo apoyaban por ser demasiado condescendiente con los empresarios y no promover legislación obrera. El mismo Partido Radical le presentó en 1944, una serie de propuestas que para él resultaron inadmisibles:

El rechazo de Ríos a aceptar estas condiciones provocó la salida de la totalidad de los radicales del gobierno, dejando al presidente sin partido. Producto de estas graves y profundas divisiones intestinas, no fue de extrañar que la oposición derechista obtuviera grandes avances en las elecciones parlamentarias celebradas en 1945. Esto significó una debacle muy significativa para comunistas y socialistas que bajaron sustancialmente en sus votos y quedaron casi excluidos del Congreso. Por otro lado, los radicales sufrieron una baja limitada, mientras que el descontento con la incapacidad del gobierno y los partidos los capitalizó la derecha.

Otro hecho que opacó aún más la situación fue la muerte durante la represión policial a unos disturbios en la Plaza Bulnes de Santiago, donde murieron varias personas. En represalia por esto parte del gabinete renunció en protesta. En esta misma época, aquejado por un cáncer terminal, el presidente Ríos renunció en favor de Alfredo Duhalde Vásquez, su ministro del Interior, quien ejerció como vicepresidente hasta la muerte del presidente el 27 de junio de 1946.

[editar] Gabriel González Videla

Gabriel González Videla durante la inauguración de la Base General Bernardo O'Higgins en la Antártica

Gabriel González Videla durante la inauguración de la Base General Bernardo O’Higgins en la Antártica

Por segunda vez en cinco años, Chile concurrió a las urnas para elegir presidente. A la contienda electoral concurrieron Gabriel González Videla por el Partido Radical, el doctor Eduardo Cruz-Coke por el Partido Conservador, Bernardo Ibáñez por el Partido Socialista y Fernando Alessandri Rodríguez por el Partido Liberal.

La nueva candidatura de la coalición entre los radicales, representados por un miembro de su ala izquierdista, como era González Videla, con los comunistas fue a costa de una unión pública y notoria. El senador comunista y poeta Pablo Neruda dirigió la campaña de González y sus públicos anuncios de confraternidad fueron famosos: dirigiéndose al Comité Central comunista: Yo les aseguro a ustedes que no habrá poder humano ni divino capaz de romper los lazos que me unen al Partido Comunista y al pueblo.

Esto rindió sus frutos: sacó el 40% de los votos frente a un 29% de Cruz Coke y un 27% de Alessandri. El Congreso Nacional de Chile lo ratificó después de ofrecer prevendas a todos los partidos. Como consecuencia terminó con un gabinete conformado, al igual que sus predecesores, con elementos contradictorios: liberales, radicales y comunistas.

Al poco tiempo se llevaron a cabo elecciones municipales en las cuales el máximo crecimiento de un partido fue de los comunistas, que pese a ser parte del gobierno, fueron siempre sus principales críticos. Los liberales, al ver que el máximo rédito se lo llevaban los comunistas se retiraron del gobierno. Ante esta perspectiva, mirado en el contexto de la guerra fría, González decidió dejarlos fuera del gobierno, volviendo a la oposición, siendo éste su mejor y más efectivo lugar de lucha política.

Al poco tiempo graves incidentes instigados por dirigentes comunistas vieron la luz. En Santiago, en junio de 1947 se provocaron incidentes por una huelga en el transporte urbano que terminó con varios muertos y el Estado de Sitio aplicado en la capital. El segundo, y mucho más grave episodio, se produjo en agosto y en octubre del mismo año en las minas de carbón del sur, donde se declararon sendas huelgas que pusieron en jaque al gobierno. Sólo el propio viaje del presidente pudo salvar la situación, ante sindicatos dirigidos por comunistas. De la misma manera, unos días después, los sindicatos de la mina de Chuquicamata se declararon en huelga. González sintió que el ambiente se estaba volviendo cada vez más enrarecido y utilizó con mayor severidad las leyes de emergencia.

El entonces senador Pablo Neruda

El entonces senador Pablo Neruda

Finalmente, ante la presión de los Estados Unidos, y con el apoyo de los demás partidos, salvo una facción falangista y socialista, se dictó una severa Ley de Defensa Permanente de la Democracia (conocida como Ley Maldita), que puso al Partido Comunista fuera de la Ley y eliminó a más de 20.000 personas de los registros electorales. Se reabrió el campamento de prisioneros en Pisagua (utilizado durante la dictadura de Ibañez y reutilizado después en la dictadura de Pinochet), aunque no se fusiló a ningún detenido. Prominentes comunistas como el entonces senador Pablo Neruda tuvieron que huir al exilio.

Varias protestas siguieron a esta situación, con la intención de generar un estallido social parecido al Bogotazo, pero una fuerte presencia policial y militar lo impidió. Esto no dejó al gobierno sin problemas, ya que un complot militar de derecha, conocido como el Complot de las patitas de chancho puso de manifiesto la inestabilidad política a la que se precipitaba el país. Por último, una severa política de austeridad llevada a cabo por el Ministro de Hacienda Jorge Alessandri a comienzos de 1950 produjo masivas protestas que esfumaron lo que le quedaba de capital político.

Los logros más destacados de este período son:

[editar] Véase también

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