Diezmo

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Diezmo

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El diezmo (del latín decimus, décimo) es un impuesto del diez por ciento (la décima parte de todas las ganancias) que se debía pagar a un rey, gobernante, o líder eclesiástico.

Según la RAE, es el derecho del diez por ciento que se pagaba al rey sobre el valor de las mercaderías que se traficaban y llegaban a los puertos, o entraban y pasaban de un reino a otro.

Tabla de contenidos

[editar] Antiguo pacto

el Diezmo era la manera de sustentar la tribu israelita de Leví, la cual No podía poseer heredades, sino que su heredad era el 10% de lo que rindiere el Producido de la Tierra y los ganados de todas las Tribus de Israel es decir sus ganancias despues de haber sacado los Gastos necesarios (Vestido, Techo y Comida) sobre las utilidades sacaban el 10%, pues su labor era dedicarse a ministrar el tabernáculo de Yahveh o Jehova; Del producto de cada año se llevaría el diez por ciento al Alfolí, y de allí comerían todos los Sacerdotes y sus familias. El Diezmo era solamente Alimentos o Animales; la mencíon del Alfoli No es Casual, el Alfolí es un silo o granero, su fin era estrictamente Social y Alimenticio, ya que servía para las Viudas, Huerfanos y extranjeros en el tercera año(Deut. 12:5-7;14:22-29; 26:12-14).

[editar] Primer diezmo

El primer diezmo registrado en la Biblia fue el dado por el patriarca Abraham (antes de llamarse Abraham) al sacerdote Melquisedec en acción de gratitud, tiempo antes de que se instituyera el diezmo para los sacerdotes levitas.

[editar] Nuevo pacto

Este mandamiento no fue prescrito por los apóstoles (los discípulos directos de Jesús). Aunque existe una mención del diezmo por parte de Jesús a los escribas y fariseos:

¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta, el eneldo y el comino, pero dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello”.

Evangelio según san Mateo 23.23, versión Reina-Valera, 1960

Se estaba refiriendo en ese momento a un grupo de gente judía que estaba dando el diezmo hasta de lo más mínimo, olvidando actuar correctamente. No obstante, señala que no debía abandonarse la práctica de dar el diezmo. Hay que destacar que esta única mención de Jesús en lo referente a la ley del diezmo significa implícitamente la desatención del aspecto humano de la ley, no una defensa de dicha práctica puntual, como tendenciosamente ciertas religiones protestantes actuales suelen sugerir.

En el libro de los Hechos de los Apóstoles se menciona que a los gentiles sólo se les debía enseñar el abstenerse de fornicación, de comer animal ahogado y de beber sangre. No hace mención alguna de los diezmos. Para algunas corrientes, ello implica que el diezmo había sido desechado como observación metódica, conjuntamente con los sacrificios y la observancia sabática.

Esta práctica se va definiendo cuando el autor de la Carta a los Hebreos, en el capítulo 7, declara que el sacerdocio levítico, el mismo que recibía los diezmos, estaba concluyendo para dar lugar a un sacerdocio mesiánico nuevo.

El nuevo sacerdocio tuvo representantes, como el apóstol Pablo, quien en su primera Carta a los Corintios, en el capítulo 9, menciona entre los derechos de un apóstol, el ser sostenido económicamente por la Iglesia, con la sugerencia de «que los que trabajan en el santuario, comen del santuario». Sin embargo el diezmo en la Iglesia primitiva era inexistente. Las enconadas discusiones de Pablo con los que promovían la restauración de ciertas observancias de la Ley, cómo la circuncisión, hace suponer que siendo el diezmo una regulación mínima en comparación con otras leyes ya impracticadas, su sóla sugerencia hubiese dado lugar al reproche. Pablo llamaba a éstos restauradores “judaizantes”.

La iglesia cristiana primitiva promovía la ofrenda voluntaria, que regularmente superó largamente a los diezmos, y ésta se debía hacer en secreto.

Jesus no vino a eliminar el principio del Dar y Recibir que se enseña en el Antiguo Testamento sino a darle un Nuevo enfoque. El Dar y Recibir está presente en el Antiguo Testamento en la exigencia del Diezmo ; el Otro y Nuevo enfoque del Dar y Recibir está en el Nuevo Testamento de la manera que enseña Pablo : “Sembrar” ,dejando claro que no hay contradiccion alguna entre ambas interpretaciones del Dar y Recibir, primero a traves del “Diezmo” en el Antiguo y luego en forma de “Sembrar” en el Nuevo; de ninguna manera Jesus buscó eliminar éste principio de Dar y Recibir sino de darle un nuevo enfoque.

[editar] Su función actual

En las Religiones Crisitianas Protestantes, el Diezmo logró una aceptación importante. Doctrinalmente ciertas ramas los Adventista del Séptimo Día la respaldan al Sugerir la existencia de mandamientos fuera de la ley mosaica (el Sábado, por ejemplo, habría sido directamente encomendado a Adán)que se consideran universales. La Iglesia De Jesucristo De Los Santos De Los Últimos Días (Mormones) reinstaura la Práctica dentro del libro “Doctrinas y Convenios”, que se asegura ser recopilación de revelaciones directas de Dios a José Smith. Las demás ramas (Pentecostales, Bautistas) manifiestan comunmente un vacío explicativo. La rama Pentecostal ha llegado al extremo de llamar “Robo a Dios” el No Diezmar, a raíz de la expresión veterotestamentaria de Malaquías, llegando además a asegurar la Prosperidad Material de quién sea fiel en la observancia del Diezmo. La “Teología de la Prosperidad” ha experimentado un éxito sorprendente, fundamentalmente en los Países Pobres. El Diezmo tiene como finalidad el pagar el local de una iglesia, ayudar a los feligreses, pagar salario al pastor y sus colaboradores y demás.

[editar] Diezmo Franco

En Francia, durante el Antiguo Régimen, fue un impuesto para recaudar fondos con los que mantener a la Iglesia y a sus ministros.

Correspondía a una determinada parte de la recaudación (la parte variaba de un obispo a otro y de una parroquia a otra, dependiendo del número de personas de las mismas).

A fin de proceder a la recaudación de este impuesto, el cura primitivo (de la parroquia) era el diezmero, firmaba una especie de contrato bien por la totalidad del diezmo, bien por una parte del mismo (mitad, tercio, cuarto, etc.) y, en general, mantenía el cargo con una duración de seis o siete años según las regiones.

El diezmo era, pues, una recolecta que se hacía anualmente mediante un canon establecido, ya fuera en especie, ya en moneda, que se entregaba al diezmero, o sea al cura primitivo, autoridad de la que dependía directamente la parroquia.

Según las regiones y los periodos, se establecían diferentes tipos de diezmos:

  • diezmo grueso (o gordo): canon sobre los cereales: trigo, cebada.
  • diezmo enfeudado: diezmo secularizado percibido por un laico.
  • diezmo menudo: sobre las bestias y la lana.
  • diezmo mixto: sobre los animales.
  • diezmo noval: sobre las tierras roturadas con menos de 40 años.
  • diezmo personal: sobre los frutos del trabajo.
  • diezmo sólito: percibido desde tiempos inmemoriales (los diezmos insólitos eran ocasionales).
  • diezmo real: sobre los frutos de la tierra.
  • diezmo verde: sobre el lino, cáñamo, frutas y legumbres.

[editar] América hispánica

En la América dominada por el Imperio Español, debido a los acuerdos del Patronato Regio, el diezmo era cobrado directamente por los funcionarios civiles de la Corona, a condición que ésta se encargara de erigir, dotar y mantener las iglesias y parroquias y otras obras de la Iglesia Católica. Este impuesto, correspondiente al 10 por ciento aproximado de los ingresos anuales, era cobrado a hacendados y propietarios de inmuebles rurales. Al advenir la época de la Independencia, en el siglo XIX, los gobiernos de las nuevas repúblicas suprimieron paulatinamente este impuesto, considerado molesto por los terratenientes criollos.

[editar] Actualidad

En la actualidad, algunas iglesias cristianas (e.g., La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días) siguen esta tradición como una forma de obediencia y prosperidad divina, basándose en el mandamiento bíblico: «Dad y se os dará».

Otros movimientos no siguen esta doctrina del diezmo, como fue el caso del movimiento protestante de la Sociedad de los Amigos o cuáqueros, que se negaron a dar el diezmo a la Iglesia de Inglaterra, al no estar ellos afiliados a ninguna denominación.

Aún hoy existen muchos movimientos que comparten el diezmo, algunos de manera voluntaria y con agrado, haciéndolo por la ideología de la “siembra y cosecha” divina.

[editar] Referencias

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