Hallaca

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Hallaca

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Preparación de unas hallacas, envueltas en hojas de plátano, listas para hervir

Preparación de unas hallacas, envueltas en hojas de plátano, listas para hervir

Contenido de la hallaca

Contenido de la hallaca

Ingredientes fundamentales de la Hallaca: el guiso, la masa y las hojas de plátano

Ingredientes fundamentales de la Hallaca: el guiso, la masa y las hojas de plátano

La hallaca o hayaca es un plato típico venezolano que también es muy popular en la ciudad colombiana de Cúcuta, donde lo han adoptado como uno de sus platos tradicionales, especialmente en navidad.

En Venezuela es considerado como uno de los platos nacionales, que guarda cierta semejanza en forma y preparación con los tamales de otros países latinoamericanos. Está formada por una masa de harina de maíz rellena de diversos ingredientes, luego envuelta en hojas de plátano y finalmente amarrada con hilo blanco o “pabilo” para luego ser hervida en agua caliente, es un plato típico de las épocas navideñas y más que un alimento más ha llegado a simbolizar la representación tangible y física de la cultura mestiza del pueblo venezolano y de todo aquello que los hermana como hijos de una misma tierra, independientemente de la clase social y de la posición económica.

[editar] Origen

El origen del plato se remonta a los años de la colonización por parte de España, siglo XV y siglo XVI, atribuyéndose en forma legendaria su invención a los esclavos y sirvientes indígenas, quienes recogían los restos de las preparaciones de sus señores para armar un plato heterogéneo que les sirviese de alimento extra a sus comidas habituales. Más probable es que este mismo plato típico de Venezuela provino de los esfuerzos que tomaron los españoles en “mejorar” el tamal, entre otros platos pre-colombinos, expandiendo los ingredientes que componían el relleno. Tales esfuerzos representaron una adaptación colonial al paladar europeo del español en América. De hecho en varios estados del occidente Venezolano (en Zulia, Falcón y Lara), era poco común escuchar el término “tamar” o “tamare” usado en referencia a lo que se pudiera denominar en habla Venezolana “bollo,” un plato Venezolano muy parecido al tamal mexicano.

Existe también una tradición que indica que cuando se estaba construyendo el “Camino de los españoles” (vía que comunicaba el Puerto de La Guaira con Caracas), por parte de los indios, principalmente, estos consumían generalmente unos “bollos” o tamales, básicamente de puro maíz, y ahora es sabido que el consumo de solo maíz, produce una enfermedad por avitaminosis, que se llama pelagra, y se producía las enfermedades en dicha población. Por esa causa, se les pidió a las familias caraqueñas que donaran sus sobrantes de las comidas para que los indios los pusieran en sus “bollos”, como lo hacían con sus esclavos y siervos. Cuenta la tradición que en unas Navidades, que los criollos acostumbraban a celebrar con gran pompa y comilonas de todo tipo, el obispo de Caracas enfurecido por estas costumbres, les exhortó a comer como los indios que trabajaban en el “Camino de los Españoles”, con hallacas o bollos o tamales rellenos de sobras. Por supuesto, esos criollos temerosos de Dios así lo adoptaron, pero con sus propias recetas de la “multisápida” (otro nombre con el que se denomina a la hallaca), cada cual mas gustosa.

El origen de la palabra hallaca proviene de envoltorios, paquetes o bojotes. La misma palabra tamal equivale en México a bulto grande o mal formado, lío, atado, envoltorio, significación que se encuentra hasta en Chile. Pero para un análisis serio sobre este tema y no las superficialidades que escribimos los aficionados aquí en Wikipedia, favor consultar a Ángel Rosenblat en [1]

[editar] Costumbres

Actualmente, en Venezuela se asocia la hallaca con época navideña y celebración familiar, pues a principios de diciembre la mayoría de las familias venezolanas se reúnen para, entre todos, preparar los ingredientes, cocinarlos y armar las hallacas. Varios días (o semanas) antes de navidad, la familia se reúne en una especie de rito anual, para preparar las hallacas; todos colaboran, desde los niños que limpian las hojas de plátano, las madres o abuelas que preparan el guiso (una de las actividades más importantes), hasta las jóvenes que arman los pasteles. No es común que los varones ayuden, pero siempre apoyan en alguna actividad junto a una caja de cerveza, sobre todo amarrando los paquetes ya armados con hilo pabilo. Cuando están todas las hallacas armadas, se introducen en ollas con agua hirviendo para terminar de cocinarlas. Una vez terminadas se acostumbra servir varias para probarlas en familia, o ponerlas en el congelador para ir consumiéndolas durante las reuniones y celebraciones que se van produciendo en el último mes del año y primeros días del siguiente y sobre todo como plato principal en las cenas de Nochebuena y Año Nuevo acompañadas de pan de jamón, pernil de cochino, ensalada de gallina, ponche, vino, torta negra, dulce de lechosa y una infinita variedad de exquisiteces.

También forma parte de esta interesante tradición familiar el intercambio de hallacas entre distintas familias, transformándose en un gesto de amistad, cordialidad y gentileza entre dos familias tanto para aquella que comparte sus hallacas como un tesoro importante como para la que gustosamente acepta probar una hallaca de personas relacionadas por la amistad o el parentesco. Aunque un dicho popular sigue rezando: “La mejor hallaca es la que hace mi mamá“, en Venezuela hay miles de sitios vendiendo millones de hallacas, y en las fechas decembrinas se han convertido en un producto de marcado, aunque aun sin aceptación masiva, la gente las prefiere caseras o de gente conocida; se dice “No se come hallaca de todo el mundo”. Estas costumbres decembrinas relacionas con la hallaca, han sido adoptadas por la inmensa población de extranjeros y descendientes de ellos en primera y segunda generación, y cada uno ha sabido agregarle a su receta familiar algún punto de sus propias tradiciones culinarias, Y ha permitido la union de las costumbres cuando les solicitan a sus vecionos/as criollos/as su colaboración para la elaboración de este típico plato venezolano.

Y junto con el nacimiento y aguinaldos y parrandas, parte del tradicional repertorio musical de las fiestas navideñas de Venezuela, la hallaca, esta maravillosa tradición culinaria, sigue viva en las familias venezolanas y cada diciembre le renueva el gusto por la cocina tradicional y el orgullo por la comida de su tierra a todos los venezolanos.

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