Eutanasia

Recomendar esta página Ver en PDF Imprimir esta página
Wiki de astronomía.
Todo el poder de la Wikipedia y toda la esencia de la astronomía

Eutanasia

De Wikipedia, la enciclopedia libre

El término eutanasia deriva del griego: “eu” -verdadero- y “thánatos” -muerte. Es todo acto u omisión realizado por personal médico que ocasiona la muerte de un ser humano con el fin de evitarle sufrimientos insoportables o la prolongación artificial e inhumana de su vida. Actualmente se le distingue del término ‘muerte digna‘ que consiste en el otorgamiento de medidas médicas paliativas (que disminuyen el sufrimiento o lo hacen tolerable), de apoyo emocional y espiritual a los enfermos terminales.

Tabla de contenidos

[editar] Tipos de eutanasia

Existe mucha confusión en cuanto a la forma de calificar la eutanasia actualmente.

Prima en el contexto anglosajón la división en cuanto la eutanasia se lleva a cabo como una acción o como una omisión (dejar morir). Su traducción equivalente sería eutanasia activa y eutanasia pasiva respectivamente. Se ocupan en forma casi sinónima las calificaciones de positiva y negativa respectivamente.

Sin embargo, en el medio hispanohablante se han introducido conceptos provenientes de la evaluación ética de la eutanasia y se la califica de directa o indirecta en cuanto existe o no la intención de provocar primariamente la muerte en las acciones que se realizan sobre el enfermo terminal.

En todo caso, se distingue la eutanasia del suicidio asistido que consiste en proporcionarle al paciente los elementos necesarios para que él mismo dé fin a su sufrimiento.

Otros términos relacionados son :

  • Ortotanasia, que consiste en dejar morir a tiempo sin emplear medios desproporcionados y extraordinarios. Se ha sustituido en la terminología práctica por muerte digna, para centrar el concepto en la condición (“dignidad”) del enfermo terminal y no en la voluntad de morir.
  • Distanasia, que consiste en el “encarnizamiento o ensañamiento terapéutico”, mediante el cual se le aplican al enfermo todo tipo de acciones “terapéuticas” con el fin de prolongar su vida a toda costa, llegando a la muerte en condiciones inhumanas.

[editar] Historia

La eutanasia no es algo nuevo y menos -como se cree- ligado al desarrollo de la medicina moderna. El sólo hecho de que el ser humano esté gravemente enfermo ha hecho que en las distintas sociedades la cuestión quede planteada. La eutanasia es un problema persistente en la historia de la humanidad en el que se enfrentan ideologías diversas.

La eutanasia no planteaba problemas morales en la antigua Grecia: la concepción de la vida era diferente. Una mala vida no era digna de ser vivida y por tanto ni el eugenismo, ni la eutanasia complicaban a las personas. Hipócrates representa una notable excepción: él prohíbe a los médicos la eutanasia activa y la ayuda para cometer suicidio.

Durante la Edad Media se produjeron cambios frente la muerte y al acto de morir. La eutanasia, el suicidio y el aborto son considerados como pecado, puesto que el hombre no puede disponer libremente sobre la vida, que le fue dada por Dios. El arte de la muerte (ars moriendi), en la cristiandad medieval, es parte del arte de la vida ars vivendi); el que entiende la vida, también debe conocer la muerte. La muerte repentina (mors repentina et improvisa), deseo de tantas personas en la actualidad, se consideraba como una muerte mala (mala mors). Se quiere estar plenamente consciente para despedirse de familiares y amigos y poder presentarse en el más allá con un claro conocimiento del fin de la vida.

La llegada de la modernidad rompe con el pensamiento medieval , la perspectiva cristiana deja de ser la única y se conocen y se discuten las ideas de la Antigüedad clásica. La juventud, la salud y la vida eterna pueden ser alcanzados con el apoyo de la técnica, de las ciencias naturales y de la medicina.

Hay pensadores que justifican el término activo de la vida, condenado durante la Edad Media. El filósofo inglés Francis Bacon, en 1623, es el primero en retomar, el antiguo nombre de eutanasia, y diferencia dos tipos: la “eutanasia exterior” como término directo de la vida y la “eutanasia interior” como preparación espiritual para la muerte . Con esto, Bacon se refiere, por una parte, a la tradición del ?arte de morir? como parte del ?arte de vivir?, pero agrega a esta tradición algo que para la Edad Media era una posibilidad inimaginable: la muerte de un enfermo ayudado por el médico. Tomás Moro, quien también justifica el suicidio, en Utopía (1516), defiende la eutanasia activa, sin usar este nombre.

Tanto para Moro como para Bacon es un requisito decisivo de la eutanasia activa el deseo del enfermo; contra la voluntad del enfermo o sin aclaración, la eutanasia no puede tener lugar: “Quien se ha convencido de esto, quien termina su vida, ya sea voluntariamente a través de la abstención de recibir alimentos o es puesto a dormir y encuentra salvación sin darse cuenta de la muerte. Contra su voluntad no se debe matar a nadie, se le debe prestar cuidados igual que a cualquier otro” dice Tomás Moro en Utopía.

Sin embargo, en la práctica, el comportamiento general de los médicos no siguió las ideas de los filósofos: rechazaron la eutanasia externa; justificaron la eutanasia pasiva y preconizaron la eutanasia interior.

Desde fines del siglo XIX, diversos enfoques, que señalan una nueva orientación, comienzan a exteriorizarse entre los médicos y pacientes, entre las personas y la sociedad.

El darwinismo social y la eugenesia son temas que también comienzan a debatirse. En numerosos países europeos se fundan, a comienzos del siglo XX, sociedades para la eutanasia y, se promulgan informes para una legalización de la eutanasia activa. En las discusiones toman parte médicos, abogados, filósofos y teólogos.

La escasez económica en tiempos de la primera guerra mundial sustentan la matanza de lisiados y enfermos mentales. El término eutanasia ha sido muchas veces separado de su sentido real, por ejemplo, los nazis hablaban de eutanasia para referirse a la eliminación de los minusválidos y débiles (Aktion T-4). En los Juicios de Nuremberg (1946 ? 1947) se juzgó como ilegal e inmoral toda forma de eutanasia activa sin aclaración y consentimiento o en contra de la voluntad de los afectados.

En el presente, se sustentan diferentes opiniones sobre la eutanasia y son variadas la prácticas médicas y las legalidades en los distintos países del mundo. Muchas prácticas como los hospicios u hogares, la medicina paliativa y los grupos de autoayuda, trabajan por la humanización en el trato con los moribundos y quieren contribuir a superar la distancia ente la vida y las prácticas médicas.

Estos son hitos históricos producidos en el espacio público -poco investigadas y mucho menos conocidas- son las diferentes prácticas reales de las personas frente al acto de morir. Se sabe que hasta fines del siglo XIX en América del Sur existía la persona del ?despenador? o ?despenadora? encargada de hacer morir a los moribundos desahuciados a petición de los parientes.

[editar] Argumentos en contra

Máquina confiscada en Australia (enero de 2003) al abogado Philip Nitschke cuando pretendía transportarla a los Estados Unidos, el aparato causaba la muerte a través de fuertes dosis de monóxido de carbono y fue de uso legal en el Territorio del Norte entre 1995 y 1997.

Máquina confiscada en Australia (enero de 2003) al abogado Philip Nitschke cuando pretendía transportarla a los Estados Unidos, el aparato causaba la muerte a través de fuertes dosis de monóxido de carbono y fue de uso legal en el Territorio del Norte entre 1995 y 1997.[1]

Los argumentos en contra inciden en la inviolabilidad de la vida humana, la defensa de su dignidad independientemente de las condiciones de vida o la voluntad del individuo implicado, y las repercusiones sociales de desconfianza que podría conllevar la eutanasia.

La Asociación Médica Mundial considera contrarios a la ética tanto el suicidio con ayuda médica como la eutanasia, por lo que deben ser condenados por la profesión médica. En cambio recomienda los cuidados paliativos.

La postura de las iglesias cristianas en tanto, a nivel mundial, es mayoritariamente contraria a la eutanasia y al suicidio asistido, es el caso de la Iglesia Católica Romana y de las Iglesias evangélicas y pentecostales. La postura del actual papa Benedicto XVI quedó explícitamente recogida en una carta a varios eclesiástico norteamericanos de 2004:

No todos los asuntos morales tienen el mismo peso moral que el aborto y la eutanasia. Por ejemplo, si un católico discrepara con el Santo Padre sobre la aplicación de la pena de muerte o en la decisión de hacer la guerra, éste no sería considerado por esta razón indigno de presentarse a recibir la Sagrada Comunión. Aunque la Iglesia exhorta a las autoridades civiles a buscar la paz, y no la guerra, y a ejercer discreción y misericordia al castigar a criminales, aún sería lícito tomar las armas para repeler a un agresor o recurrir a la pena capital. Puede haber una legítima diversidad de opinión entre católicos respecto de ir a la guerra y aplicar la pena de muerte, pero no, sin embargo, respecto del aborto y la eutanasia.[2]

Tercer punto de la carta de J. Ratzinger, al cardenal Theodore McCarrick, Arzobispo de Washington DC

Las Iglesias luteranas y metodistas en cambio, como asimismo la mayoría de las afiliadas a la Comunión Anglicana se oponen en principio, pero dan espacio para la decisión individual caso a caso. Por otro lado, varias iglesias han optado por no pronunciarse a este respecto y enfatizar el valor de la conciencia individual en cuestiones éticas, es el caso de las iglesias católicas afiliadas a la Unión de Utrecht, y algunas Iglesias presbiterianas, entre otras[3] .

[editar] Referencias

  1. ? Noticia sobre confiscación (en inglés)
  2. ? Léase artículo en Acipresa, Julio de 2004
  3. ? Burdette, Amy M; Hill, Terrence D; Moulton, Benjamin E. Religion and Attitudes toward Physician-Assisted Suicide and Terminal Palliative Care, en: Journal for the Scientific Study of Religion, 2005.

[editar] Bibliografía

  • Garrido Sanjuan, Juan Antonio. Acortar la muerte sin acortar la vida. P.P.C. ISBN 84-288-0484-2
  • Serrano Ruiz-Calderón, José Miguel. La eutanasia, Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid, 2007, ISBN 8484692078

[editar] Enlaces externos

[editar] A favor de la eutanasia

[editar] Contrarios a la eutanasia

[editar] Posición intermedia

[editar] Artículos relacionados

Scroll to Top